Para un trabajo periodístico de investigación, tuve la oportunidad de compartir mi experiencia con Najat, talentosa traductora marroquí que reside en la provincia de Huelva. La fluidez con la que maneja tanto el árabe darija como el español es admirable, lo que garantiza una traducción precisa y fiel al contexto original. Najat, como inmigrante ella misma, no solo se destaca por su dominio lingüístico, sino también por su empatía y sensibilidad al tratar con otras mujeres inmigrantes que trabajan en los campos de fresa de la zona. Su habilidad para comunicarse con delicadeza y comprensión es realmente destacable y brinda un valor agregado invaluable a su servicio de traducción.